Origen: Proviene de la recolección del néctar de diversas flores silvestres que se encuentran en los bosques y áreas boscosas.
Sabor: Suele tener un sabor intenso y a menudo más amaderado o terroso, debido a la diversidad de plantas en los bosques, sobre todo brezo.
Color: Normalmente es más oscura en comparación con otras mieles, variando de ámbar oscuro a marrón.